Muchas veces la vida nos agobia con tantos problemas, inconvenientes, rabias, malas noticias y en el peor de los casos mala suerte día a día es por eso que nosotros los humanos valoramos tanto el tener buena suerte, salir ileso de algún problema o pasar un día o semana de maravilla y poder decir que todo resulto bien para sentir placer.
Esto último es muy amplio y con esto me refiero a que el ser humano puede suponer que realizando una gran esfuerzo que generó mucho estrés con finalidades algo efímeras proporcionan gran placer, pero lo cierto es que el placer se encuentra en pequeñas gotas que recibimos en la vida.
Pensando en muchas opciones y maneras que el cuerpo sienta placer en un día común no necesito ser un poeta, pero lo que si es cierto es que no hace falta presentarles al tridente del placer ya que vive con nosotros.
Al hablar de tridente tomamos de referencia una herramienta un tanto macabra, pues no, le hablo de las 3 comidas diarias.
Si bien subconscientemente somos amantes de la comida somos muchos los que somos amantes consientes no solo de la comida, sino de la gastronomía y sus encantos.
Referirse a buena comida es remitirse a Perú, este esplendoroso país, muy humildemente ha creado un imperio gastronómico con paredes y cimientos de oro, no solo por su comida autóctona sino también por sus restaurantes, chef, reconocimientos internacionales, etc.
Ha sido toda una revolución gastronómica que ha emergido de un tiempo para acá y ha crecido de una manera esporádica.
Como amantes de la comida, somos amantes de las ferias gastronómicas. Probar un pedacito de cada cultura gastronómica en un espacio determinado, es como imitar a Julio Verne dando la vuelta al mundo en 80 días.
Generalmente las ferias gastronómicas tienen esa maravillosa peculiaridad que te ofrecen comidas de distintas partes del mundo en campañas por separado, es decir, minimizan en una feria la comida mundial.
Perú por su lado tiene tanto que explotar dentro de su gente y cultura gastronómica, que crearon una feria gastronómica llamada Mistura, rompiendo cualquier tipo de límites y siendo esta la feria más grande de Latinoamérica.
Desde sus inicios en 2008 está organizada por la sociedad peruana de gastronomía y desde entonces hasta Mistura 2016, realizada el pasado 2 de septiembre hasta el 11, ha crecido y se ha hecho famoso a pasos agigantados.
Su sede por cuarto año consecutivo fue en la Costa Verde de la región Limeña de Magdalena del mar, en toda la puerta de su despensa y de su mayor proveedor de alimentos fresco, que es el mar pacifico.
Si te preocupa el poder pagar esto, podrás venir por costos muy bajos viajando por Peruvian Airlines, que te ofrece pasajes baratos de cualquier parte de Perú o LAN si te encuentras fuera de Perú.
Mistura expone la merma y las gemas en bruto de la gastronomía peruana, reuniendo así a cocineros, agricultores, productores de aguardientes de uva, panaderos, institutos de gastronomía e inclusive a empresas procesadoras de alimentos.
Presentando así comidas con pocas calorías como increíblemente la cremoleada de chicharrón de coco (ver para creer), ofrecen demostraciones de técnicas de cocina moderna, podrás ver chef poniéndose manos a la obra en vivo, por supuesto disfrutar de un menú de ensueño y por si fuera poco hay jornadas de presentaciones musicales.
No cabe duda que el Perú lleva la gastronomía en las venas y su excelencia arraigada en cada célula que la compone. ¡Si tu sueño es ser un gran chef y tu pasión es la excelencia gastronómica, esta feria va a ser tu consentida por una semana completa!
Prepárate para el año que viene ¡No dejes pasar esta gran oportunidad!