El cambio climático de la tierra es un fenómeno que se está haciendo presente con más fuerza a medida que pasa el tiempo, y las afecciones que involucra el mismo no sólo inmiscuye a la naturaleza, océanos, la costa peruana glaciares o fauna salvaje sensible y susceptibles a cambios en su ecosistema, sino a todos y cada uno de los seres vivos que habitan en este planeta y su entorno.
Olas de calor intensas, las fuertes lluvias inesperadas o largas sequias impredecibles, así como otros fenómenos meteorológicos que acarrean como consecuencia desastres naturales, son causados por el cambio climático que afecta en prontitud a una gran mayoría de países, tal es el caso de Perú y su rico y vasto mar.
¿Qué se ha percibido?
No sólo la temperatura ha venido aumentando, y es percibida tanto por los seres vivos terrestres, como también en la vida marina. Casos en el ámbito terrestre bastante evidenciables se encuentran en Cusco, Piura, y sin ir muy lejos Lima, pues sin duda ¡ya se considera un horno!
Así mismo gran parte del blanco nevado del paisaje de la cordillera andina ha venido cesando y va desmejorando cada vez más conforme pasa el tiempo. Del mismo modo lo hace bajo las aguas del mar peruano y en mucho de los mares y océanos del mundo.
Este nivel excesivo de la temperatura en las aguas produce una severa reducción del fitoplancton, siendo la misma la base principal de toda cadena trófica. Muchas de las especies marinas se alejan por las altas temperaturas ocasionando consecuencias catastróficas tanto submarinas como fuera del agua.
Los cambios son naturales, pues las antiguas glaciaciones y recalentamientos naturales por gases de efecto invernadero originados por cataclismos, volcanes o químicos de la tierra, han redireccionado el rumbo de la vida en el mundo al tiempo que dejan sus huellas.
No cabe duda que lo que en estos momentos ocurre en los mares o dentro de la atmósfera terrestre es inevitable, pero va a un ritmo abruptamente acelerado dejando consecuencias devastadoras para nosotros y la vida de cada organismo en la actualidad.
A este ritmo es bastante probable que mueran muchas especies como consecuencia del calentamiento global, ya que su ecosistema marino cambiará progresivamente, pero de manera mortal y desorientadora para muchas especies los cuales se quedarán sin fuente de nutrientes. Al extinguirse una especie de la cadena alimenticia muchas otras se verán afectadas de igual manera, es toda una cadena bastante susceptible.
Este efecto ya se ha evidenciado en Perú con la llegada de pingüinos a las costas de Piura desorientados por el cambio climático de los mares de Perú y de la corriente de Humboldt.
¿Qué pasó?
Los peces buscando aguas más frías poco a poco se van alejando de la costa peruana, y siendo el principal alimento de estos exóticos pingüinos peruanos naturalmente se desorientan y van en busca de otras aguas perdiéndose en el camino.
La correa de los tiempos marinas u oceánicas es responsable de la estabilidad oceánica, distribuyendo todo el frío (parte baja del océano) y el calor de las aguas (las más elevadas) a través de corrientes marinas que puede sufrir graves daños y disminuir su velocidad.
En parte también, por la disminución de la absorción del CO2 y por la introducción del CO2 antropogénico (CO2 expulsado por nosotros). Según esta investigación son seis espacios marinos los que debemos proteger con prontitud de este efecto en cadena: la región marítima del Pacífico frente a las costas del Perú. Las Islas Galápagos, las costas de Argentina y las Malvinas, las costas de China, Filipinas, Australia y en general el Pacífico Central.
Salvar en primera instancia la vida marina de la costa peruana no sólo tiene que ver con el turismo o la pesca, siendo este uno de los principales ingresos del país económicamente hablando, sino que es un problema más allá de los intereses humanos, se trata de rescatar al mundo y evitar un apocalipsis de las especies de la tierra (incluyéndonos) tal y como hoy la conocemos.