Cada región, país, ciudad o pueblo tiene sus encantos y características propias, también posee su estilo y costumbres únicas que hacen diferente cada sitio que visitamos.
Sin embargo las preferencias de cada uno de nosotros por lugares en particular va de la mano con los intereses que tengamos; la belleza es relativa y subjetiva.
Lo que si es cierto es que todo pequeño o recóndito rincón ya sea feo o bonito alto o bajo tiene una historia que contar.
Es maravilloso conocer nuestro mundo y ampliar nuestra fronteras no solo geográficas sino mentales y esto se da con el tiempo, el conocimiento y algo que disfrutamos todos, como lo es viajar y conocer culturas y formas de pensar o hacer más allá de las que damos por sentado.
La historia es fundamental para entender el porqué de la cultura y de muchas preguntas y particularidades que al viajar nos planteamos y vemos que quizás no comprendemos.
Es por ello que Perú ofrece una variedad de herramientas traducidas en monumentos arqueológicos, museos, templos, iglesias, catacumbas, plazas, etc. a lo largo y ancho de su territorio nacional
Unido a esto su gente, su característica gastronómica y paisajes de todo tipo, compone una armonía en el cual genera encantos.
Todas las ciudades y poblados de Perú están llenos de estos encantos y sin lugar a duda Piura resalta entre ellas.
Piura no es una ciudad muy famosa de Perú aunque no es menos importante, transformándose así en un lugar interesante lleno de misterio y exclusividad.
Siendo la quinta ciudad más poblada y ubicándose al centro oeste, se destaca por su cultura milenaria, sus costumbres inigualables así como también por su invaluable gente.
Es también conocida o llamada la ciudad de la hospitalidad las personas que allí habitan te reciben con una amabilidad y calor impresionante ¡eso no tiene precio!
Cabe destacar que la calidez de los habitantes de Piura es herencia de sus raíces africanas así como su personalidad y forma de ser, van de la mano con el intenso calor que abraza esta ciudad siendo conocida igualmente como la ciudad del eterno verano.
La personalidad de sus residentes no lo es todo la ciudad del eterno verano posee la cerámica peruana más exclusiva del país y que ha conquistado el mundo con su celebres “gorditas de churucana” creadas por el sencillo maestro artesano Gerásimo Sosa.
El arte de la cerámica, la arcilla y la literatura dan forma y estructura a esta población.
Actualmente la negritud de su gente es una ola de petróleo para su tierra, es decir, es oro y diamante, traspuesta en personas convirtiendo el recurso humano como su recurso más importante.
Por otro lado la comida está basada en cerdo o marrano, carne seca y el plátano en chifles o majados, comparables de sabor al que tienen las bellas mujeres autóctonas de la región.
Ciertamente la región posee playas, una gran opción para liberarse del calor con olas espectaculares para los amantes del surf, discotecas y un buffet turístico acogedor y bajo perfil fuera de los excesos y disfrutando de la majestuosa sencillez de la naturaleza y de su espectacular gente.
Muchas veces se torna un poco engorroso y estresante dirigirse a un lugar como este para desconectarse del mundo y disfrutar de las cosas pequeñas y sencillas que te regala la vida.
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