La naturaleza está llena de todo tipo de cosas increíbles, impredecibles y muchas veces inexplicables.
En todas partes del mundo hay sitios donde los turistas se pueden deleitar con la naturaleza y disfrutar de ella; pueden conocerla a través su geografía, con sus relieves, con sus tipos de clima, con su fauna y su flora.
Puesto que la grandeza de la misma no tiene límites, dándonos lecciones de vida a cada ser humano y mostrándonos lo privilegiado que somos en tener.
En este caso nos referimos a un sitio muy especial Perú, específicamente en las zonas aledañas del lado este de la capital. Su acceso no es fácil y para llegar a ella tienes que realizar un esfuerzo corporal y mental arduo, con un clima muchas veces implacable y caminos intrincados de tierra y roca.
Se trata de la inhóspita y misteriosa Marcahuasi, bosque de piedra que se erige sobre una cadena montañosa al este de Lima, justamente al margen de Río Rímac
Es interesante este concepto, al que se le retribuye por la cantidad de piedras extrañas con una diversidad de morfologías impresionantes.
Se hizo conocido gracias a los esfuerzos del doctor Daniel Ruso de los Heros, pero quién realmente descubrió esta maravilla fue el arqueólogo peruano Julio C Tello.
Desde la costa peruana este bosque de piedra emerge a 4,000 metros de altitud albergado en su corazón “el Monumento a la Humanidad” de 40 metros de altura. Se dice que según las horas del día a través de las rocas se pueden ver rostros y figuras diferentes creando una sensación escalofriantes sintiendo que estas acompañado de algo más…
Gracias a esta ilusión de sombras y luces, y la morfología de estas antiquísimas rocas es un atractivo turístico muy concurrido, haciendo de esta un destino turístico para muchos en el mundo.
Sin embargo no todas las personas se arriesgan a esta aventura, unos quizás por miedo otros quizás por rudeza de su hospedaje.
De cualquier modo para llegar conocer su extrañeza y majestuosidad deberás ser de corazón guerrero, espíritu aventurero y de cuerpo y mente resistente.
Esto es debido a que para tener acceso a este bosque de piedras deberás atravesar la carretera central hasta lograr 37 kilómetros para llegar al camino de Santa Eulalia.
Es una travesía llegar a este camino puesto que antes debes pasar por Ñaña en el kilómetro 19, luego atravesar Chaclacayo en el kilómetro 24 para posteriormente pasar por Chosica en el kilómetro 34 del viaje.
Luego de haber alcanzo esta meta te enfrentarás al paso del puente Autisha, tomar el camino del lado derecho (no se vayan a equivocar) al que lleva a un camino cuesta arriba y zigzagueante para al fin llegar a San Pedro de Casta.
San Pedro de Casta es el punto inicial donde verdaderamente empieza la prueba de resistencia hacia Marcahuasi realizando una caminata de 4 horas, si piensas que la caminata es muy ruda y agotadora, en la localidad hay opciones para montar caballo.
Para este viaje es preciso tomar precauciones, puesto que el Marcahuasi no hay ventas de alimentos ni hospedaje por muchos kilómetros a la redoma.
La carpa debes llevarla siempre consigo, y las comidas y bebidas debes traerlas de la ciudad o comprarlas con efectivo en San Pedro.
El piso será tu colchón sobre las milenarias piedras del lugar, la paredes tu carpa y el techo el cielo impregnado de estrellas.
En este lugar el campo magnético de la tierra reciente mucho y es famoso por el avistamiento de supuestos ovnis.
¡Al ver lo maravilloso de Marcahuasi hace que valga la pena cada gota de sudor gastada!
Nosotros vinimos de la naturaleza es por eso que debemos tratarla como se debe, rendirle el homenaje que merece y disfrutar de manera debida lo que te ofrece.
¿Eres un gran aventurero? Mide lo bueno que eres en esta aventura al bosque de piedra… La naturaleza te recompensará por tu esfuerzo con sus espectáculos místicos.