Las vías de comunicación y unión entre países, naciones, dependencias, reinos o territorios son las puertas de ese comercio e intercambio, tan indispensable para el crecimiento de la nación como su permanencia y subsistencia en el tiempo.
A lo largo de la historia estos canales ya sean terrestres o aéreos determinaron el curso de muchas naciones, feudos, virreinatos, etc.
La construcción de obras viales muchas veces establecía el nivel de desarrollo que tenía una nación y lo importante que podía ser en una sociedad. Tal como funciona actualmente.
El relieve de ciertos territorios, si bien es cierto, forma parte de la nación al cual está circunscrito y del nacionalismo que puedan tener los habitantes de dicha nación, pero habitualmente se torna un imponente foco de problemas viales para la comunicación estrecha y tan importante entre países o sencillamente surge como ventaja para la construcción de los mismos.
No cabe duda que el relieve de la cordillera de Perú es bastante intrincado, peligroso y escabroso sin mencionar la altitud y los desniveles de sus afiladas montañas rocosas. Esto resulta ser un dolor de cabeza para cualquiera que desee perpetrar esta geografía a fin de comunicar mundos distintos.
Sin embargo, esto para las antiguas civilizaciones prehispánicas no fue motivo de rendición y dejadez, sus obras se hicieron sentir de tal manera que uno de ellos fue utilizado recientemente como vía de acceso o unión a países vecinos.
Se trata del proyecto turístico de rutas y caminos prehispánicos “Qhapaq Ñan” el cual unirá a Ecuador, Perú y Bolivia, corroboró el pasado jueves 9 de marzo de este año, Wilma Alanoca, ministra de Culturas y Turismo de la nación andino-amazónica.
Este paso es más que una brecha fronteriza, es todo un circuito que beneficiará a un total de 15 comunidades del altiplano boliviano: Desaguadero, Guaqui, Tiawanacu, Laja, Viacha, Pucarani, Escoma, Ancoraymes, Achacachi, Puerto Carabuco, Batallas, Puerto Acosta, Huarina, Palca y Yanacachi, aclaró la ministra de Culturas y Turismo de la nación andino-amazónica.
Dichas urbes son el blanco fijo de esta excelente iniciativa, este proyecto se diversifica en tres rutas significativas, para el perfeccionamiento de capacidades locales en el fomento del turismo cultural comunitario e integral, con una inversión de nada más y nada menos que de un millón 257 mil dólares para este proyecto rural.
Alanoca explicó que el itinerario da consecuencia a designios de la anterior gestión y enfatizó su importancia para el fortalecimiento de las alianzas conseguidas con estos países hermanos.
Este proyecto no lo financiará sólo la gobernación peruana, realmente un 79% de todo este presupuesto lo sufragará la cooperación italiana y otro 6,74% el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Y el resto tampoco recae sobre Perú, sino que el cargo corre tripartitamente a los tres países que participan y se beneficiarán de este proyecto turístico.
‘El turismo no es sólo parte de nuestro patrimonio material e inmaterial, sino también es fuente de empleo, fuente de ingresos económicos que mejorarán la vida de nuestros hermanos de las provincias’, acentuó la ministra.
Alanoca exhibió la iniciativa de la mano con Antonela Scarmesia, coordinadora principal de la cooperación italiana, ejecutora de la mayor parte de este gran proyecto; y Mauricio Ramírez, representante residente del PNUD en Bolivia y de las obras de propulsión de las capacidades locales en tal promoción del turismo cultural comunitario e integral.
No cabe duda que estas obras y proyectos turísticos deben seguir fomentándose para mayores alianzas, negociaciones, convenios y acuerdos futuros con estos países vecinos hermanos, pues en la unión esta la fuerza y en el turismo la belleza.