Cada región del mundo tiene sus costumbres y culturas, muy distintas incluso a la región vecina, rasgos que caracterizan a las personas que habitan un país en particular.
Esto se ve reflejado en la forma de hablar, de pensar y hasta de actuar; se ve reflejado también en la danza tradicional del país, en la música, en su gastronomía, en su arquitectura, la moda, la religión, etc.
Este compartir cultural hace que las personas se sientan que pertenecen a un grupo masivo, lo que se conoce como el nacionalismo, así haya diferencias entre sí y así a veces no se sienta de esa manera.
Si un país posee una estabilidad y un auge turístico tremendo, que se ha caracterizado por ser un país en desarrollo gracias al esfuerzo, constancia, valores y buena proyección de las personas que lo conforman para hacer del turismo una joya sudamericana, se hace más intenso este sentimiento. Tal cual como lo haría cualquier peruano.
Ahora bien, de aquí surge una pregunta central e inesperada… ¿Qué es ser un peruano?
Ser un peruano es la plena identificación con cada maravilla que te brinda Perú, como extranjero o local. Identificación positiva que hace que tu conducta sea la más apropiada para encarar la portada de tu país.
Peruano significa Perú divida en la pequeña parte que eres de ella, poniendo el granito de arena para emerger como la cordillera de los Andes desde las planicies.
El peruano actual que ha percibido auge económico, turístico y cultural que ha tenido su país se siente muy feliz como patriota.El peruano se siente orgulloso de su cultura a través del arte, de su historia, de su gastronomía (cocina), de sus paisajes y recursos naturales (biodiversidad extensa), de su deporte rey (voleibol), de su gente, del Machu Picchu, etc.
Por otro lado siente vergüenza si es necesaria o si algo se ha hecho mal, motivo directo para sentirlo, ya que la vergüenza nace del sentido de tratar de hacer las cosas bien y percibir un sentimiento por algo.
Hay un punto un tanto delicado a tratar cuando se refiere a las cosas que nos sentimos orgullosas y otras no tanto.
Si bien es cierto, el peruano común posee un gran sentimiento nacionalista cuando le hablan de los aspectos ya mencionados que posee su país y de lo maravilloso y extraordinario que pueden ser sus atractivos turísticos.
Sin embargo ¿Qué hay del día a día cosmopolita?, es decir, ¿Los peruanos se sienten orgullosos de sus leyes, de su institucionalidad, de su policía, de su ejército, de su gobierno?
Los atractivos turísticos son muy importantes como no, llenan de vida al país y es motivo de orgullo nacional y reconocimiento, por supuesto también colman de auge y progreso a la economía pero ¿será esto todo lo que identifica a un país?
Rotundamente no, y es un tema que los peruanos deben tratar y realzar un poco más este sentimiento de pertenencia y orgullo a las entidades que hacen que los atractivos turísticos sean posibles.
Incluso, y como uno de los ejes centrales del turismo, es el esfuerzo y trabajo que se realiza como país en conjunto para que se realice de manera efectiva como lo ha venido haciendo.
Se podría decir que el peruano se siente más orgulloso de su gastronomía que de su legislación e institucionalismo.
Perú es un país desarrollado indudablemente, gracias al esfuerzo indetenible de los sectores que conforma su población ya sea público (gobierno) como privada (empresas particulares).
De este modo correspondiendo de manera recíproca a todos los aspectos institucionales y turísticos que este esplendoroso país proporciona, podemos vivir felices teniendo un auténtico y corresponsable orgullo nacional.