Vía Clarin
La más grande fue en España donde 300 trabajadores de la línea aérea, que se presentó en quiebra, bloquearon el tráfico y marcharon por el centro. En Perú trataron de tomar el consulado. Y en Argentina, unos 50 empleados pide respuestas de las autoridades.
Los despidos masivos de la quebrada línea aérea Air Comet repercutieron con fuerza y generaron protestas en las ciudades cabeceras donde funcionaba la compañía. Hoy hubo manifestaciones en Madrid, Lima y Buenos Aires.
La más importante fue en la capital española, donde unos 300 trabajadores de la aerolínea bloquearon el tráfico en pleno centro de Madrid este mediodía para reclamarle la falta de pago de varios meses de salarios.
«Díaz Ferrán, paga ya a tus trabajadores», «Familias sin cobrar: ¿hasta cuándo?», «Directivos incompetentes nos arruinan» o ¿»Dónde está nuestro dinero?» eran las frases en las pancartas que portaban los trabajadores, algunos de ellos con sus trajes de piloto.
Los manifestantes se concentraron frente al ministerio español de Fomento, encargado de los transportes, y posteriormente bloquearon la circulación durante cerca de media hora en el céntrico Paseo de la Castellana, antes de ser desalojados por la policía.
En Lima, unas 70 personas afectadas por el cierre de Air Comet, entre empleados y pasajeros, trataron de tomar el Consulado de España. Reclamaban una solución inmediata.
En Buenos Aires, en tanto, son alrededor de 50 los empleados de Marsans Internacional Argentina S. A. afectados. Difundieron una solicitada a través de mails donde aclaran que «no tenemos información fehaciente del futuro de la empresa por parte de ningún directivo de Marsans ni de Argentina ni de los accionistas españoles».
Los trabajadores le piden a la empresa el «mantenimiento de la fuente de trabajo» y la «regularización de salarios adeudados desde octubre 2009». También que les restituyan la obra social «cuya cobertura ya no poseemos».
Air Comet, cuyo propietario es Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la asociación española de empresarios (CEOE), anunció su quiebra hace una semana después de que un juez británico le prohibiera volar en respuesta a una demanda presentada por el banco alemán Nord Bank, con quien la aerolínea tenía contraído un crédito impago de 25 millones de dólares para el alquiler de los aviones.
El cierre afecta a unos 700 trabajadores, algunos de los cuales no cobran sus sueldos desde hace ocho meses. Tras el anuncio de la quiebra, el gobierno español organizó un dispositivo para encargarse del viaje de 4.215 personas que tenían pasajes para volar entre Madrid y La Habana, Bogotá, Quito, Guayaquil, Lima y Buenos Aires.