No existe la menor duda que viajar es uno de los placeres del ser humano, viajar representa aparte de muchas cosas libertad, expansión, nuevas experiencias, nuevo aire, nuevos conocimientos, nuevas emociones, nuevos aromas, nuevo idioma o acento, nuevas personas, etc. es sentir una vida nueva.
Es por esto que deseamos tanto realizarlo dentro de nuestro ajetreado, ocupado y estresante estilo de vida, donde debemos pagar aquí y allá, no queda tiempo para muchas cosas y cuando puedes estás muy cansado para otras.
La organización es clave, se debe sacar tiempo y dinero de nuestras vidas para tomarnos un viaje reconfortante, tantos nosotros como nuestra familia, pareja o amigos.
Parte de esa organización hace necesario tener un plan. Dicho plan no solo incluye las diversiones, los divinos destinos turísticos que un país aguarda para mí, la deliciosa gastronomía que voy a disfrutar, el alcohol que voy a beber, los monumentos a los que visitaré, las montañas que escalaré, los balnearios, piscinas o playas que gozaré, las fiestas a las que voy a asistir o el hotel que voy a escoger.
A parte de eso que sin duda es muy importante, he allí la lógica y el sentido del viaje, es necesario aunque muy pesimista sea, ver el lado no tan divertido, es decir, tener en cuenta las fatalidades que posiblemente puedan ocurrir.
Lo sé, arruina el momento con tan solo pensarlo pero es necesario tener contemplado y tomarlo con cierta madurez, pues si llegase a suceder y por una u otra razón no se tomaron las prevenciones adecuadas, el viaje seguramente será mucho peor.
Las fatalidades, imprevistos o accidentes pueden pasar lamentablemente en cualquier momento, son tantas y pueden suceder de tantos modos que no se pueden cubrir solas individualmente o por separado, para ello, se utiliza una cobertura de seguros de viaje generalmente, la cual te protege de pagar mucho más de lo que tenías planeado y quizás un dinero que no se posees.
Pagar un seguro al momento de viajar es el deber ser, es lo que deberías tener de primero en la planilla de quehaceres para tu protección y bienestar, puesto que en terrenos conocidos ocurren accidentes, más aun, en terrenos, zonas o localidades algo más ajenas.
Esto es la teoría, sin embargo, solo uno de cada diez turistas de origen peruano adquiere un seguro al momento de efectuar algún viaje, es decir un 10% de la población peruana compra dicho seguro antes de viajar al extranjero, esto lo expresó Alexia Keglevich, CEO de Assist Card.
Totalmente lo contrario ocurre en países asiáticos y europeos, al igual que japonés y chinos que vienen representando la mayor población de viajeros en el continente asiático tan solo el 30% se abstiene de comprar seguro.
En Europa está más acentuada esta prevención de fatalidades puesto que poco menos del 1% de los turistas viajeros que salen del país, se abstienen de realizar la compra de un seguro al momento de viajar.
Keglevich recomienda con gran énfasis que dentro del presupuesto del viaje planeado, esté incluido el seguro para viajes ya que afirma que una apendicitis en el exterior puede costar 30 mil dólares mientras que el costo del seguro diario es de 3$.
¿Por qué pasa esto?
¿Quizás sea por dinero?… o quizás sea por la economía de los países o quizás los seguros costosos.
Esta problemática va más allá del poder adquisitivo del viajero, generalmente los latinos piensan que no les va a pasar nada en los viajes, es un tema de cultura.
La idea del ahorrar para pagar un seguro que puede que nunca se utilice nos es incómoda, y da rabia admitir pero debemos cambiar ya que por eso es que suceden eventualidades inesperadas que no queremos en nuestro placentero itinerario viajero.