Ya pronto los peruanos tendrán de nuevo la oportunidad de hacer turismo interno, durante el próximo feriado por Fiestas Patrias. Ahora bien, es muy posible que estén deseando viajar pero con la posibilidad de afectar lo menos posible a su economía, por contar con un presupuesto limitado, por no afectar en mucho sus ahorros o por cualquier otra causa, a este sentido es bueno tener en cuenta estas recomendaciones:
Prepare con anticipación un presupuesto estimado de cuanto puede o quiere gastar. Es importante que separe primero todo lo que son gastos fijos o primarios.
Debe pensar en el medio de transporte a la hora de elegir su destino, si tiene auto propio y viaja en grupo, pueden ahorrar dividiendo los gastos, si viaja en bus debe tener en cuenta los gastos de ida y venida y si el destino que elije es muy lejano, por lo general debería ser por vía aérea lo cual incrementará en algo sus gastos para transporte.
Elija su destino: De acuerdo a lo presupuestado, puede buscar ofertas de paquetes de viajes o destinos más accesibles. Más adelante le recomendaremos algunos.
Al escoger su o sus destinos, es muy importante tener en cuenta el hospedaje, si escogemos un destino cercano es más fácil disfrutar de los paisajes y tiempo. Puede que decidamos visitar a un familiar, o en todo caso, puede escoger un hospedaje económico pero seguro. Recuerde que es un viaje corto.
Igualmente debe pensar en la alimentación, en Perú hay una amplia y variada oferta gastronómica, pero en los mercados locales, suelen tener los mejores platos típicos y a precios más económicos y si opta por visitar a familiares, es posible que puedan compartir los gastos de compra de alimentos y confeccionarlos en casa.
Muchos viajantes se ven tentados a comprar artesanías o manualidades representativas de los destinos que visiten, como recuerdo o para obsequiar. No son en nada imprescindibles, no gaste en ellos. Lo mejor del viaje será el grato recuerdo que deje.
Una vez tenga todo el estimado anterior, trate de hacer todos los pagos fijos que pueda antes del viaje, separe la cantidad que piensa gastar y trate de no salirse de este presupuesto. Es bueno recomendarle que si usted tiene tarjeta de crédito trate de usarla sólo en caso de emergencia y piense siempre a futuro en si podrá costear los gastos extras. Trate de no hacer en lo posible retiros en efectivo con ella.
Quiero recomendarle asimismo, que los destinos lejanos (si vamos por tierra) eventualmente nos dejan más cansados que satisfechos. Es preferible escoger sitios cercanos que pueden resultar fabulosos. A continuación le damos algunos que están a poquito de Lima:
Antioquía
Antioquía ubicada a 65 Kms. de Lima, es desde el 2004, gracias a una idea del artista plástico Enrique Bustamante vistió de colores el pueblo- todo es diferente en Antioquía. Al punto que ingresó al récord guiness como “el retablo más grande del mundo”. Flores, soles sonrientes, estrellas, palomas, ángeles, y cintas adornan las paredes de colegios, bodegas, restaurantes y el único templo de la localidad.
El trayecto a Antioquia es sencillamente espectacular, pasas por caseríos, accedes al camino del inca (tramo de Jauja hasta Pachacámac), casas bellísimamente pintadas con flores y plantes originarias del lugar, y al final, ríos limpios, chacras de manzana, un cielo inmensamente azul. Todo un poema.
Santa Rosa de Quives
En el kilometro 64 de la carretera a Canta se encuentra Santa Rosa de Quives, un pequeño pueblo que gira en torno a la iglesia y un pequeño santuario dedicados a Santa Rosa de Lima, que vivió parte de su infancia aquí, y recibió el sacramento de la confirmación nada menos que de Toribio de Mogrovejo en 1597. Una campiña hermosa, campos de cultivo y frutales.
Aprovechando el viaje, no deje de darse un salto por Checta (Km. 60) para apreciar sus 450 figuras labradas en piedra.
Mala
Mala es una ciudad fuertemente influenciada por lo rural. Es parte de su cultura. Entre las casas, al frente de las cuales burbujea el chicharrón sobre ollas asentadas en veredas de tierra, se exhiben sus famosos tamales, se adivinan las chacras de manzanas y bien cuidadas hileras de bananos. Su suelo salitroso ha producido una fruta dulce y exquisita conocida como plátano maleño.
El valle de Mala produce, a nivel nacional, más del 50% de la famosa manzana Delicia. Y eso se debe al esfuerzo de los campesinos del último gran valle de Lima.
Pero tal vez lo mejor de Mala está fuera de Mala. Como el simpático pueblo de Santa Cruz de Flores, afamado por sus bodegas de piscos y vinos, y por sus enormes tamales de a kilo de puro maíz blanco y carne de chancho.
A continuación, una pequeña cuesta conduce a Azpitia, anexo de Santa Cruz de Flores, que hace apenas una década era un destino desconocido para los limeños. Este pueblecillo, al que antes solo se llegaba en burro, se volvió en un boom turístico casi de la noche a la mañana.
Posee una ventaja indiscutible: la prodigiosa vista que se tiene del valle de Mala. A la orilla sobre el río, se han desarrollado muchísimos restaurantes, entre las tradicionales casas de adobe se aprecian acogedores hostales.
No todo es sol y campo, también hay sol y mar. Sólo hay que animarse a ir a la playa Totoritas, donde hay que ingresar a pie, pues sólo están autorizados a entrar vehículos de propietarios de algún inmueble. Y por último, no puedes visitar Mala sin probar su exquisito chupe de camarones. En el Km. 86 de la Panamericana Sur tomar un breve desvío que lleva a Mala.
Santa Eulalia
Por la Carretera Central, pasando Chosica se llega al Km. 37.5, donde se toma el desvío a la izquierda que lleva a Santa Eulalia a sólo hora y media de Lima. Si usted no quiere ir muy lejos pero quiere estar en contacto con la naturaleza, y además tener la seguridad de gozar de un spa, y comodidad garantizada, entonces santa Eulalia es su mejor opción. Cómodos hoteles y recreo campestres, aire puro, paseos a caballo, baños en el río y buena gastronomía a base de trucha, lechón, y la infaltable pachamanca. Podrá disfrutar de deliciosas paltas, chirimoyas y manzanas. Desde su alojamiento puede iniciar caminatas por las márgenes del río, aunque si quiere probar su estado físico trepe hasta el mirador.
Canta.
Un clásico destino de los limeños. Canta se encuentra a 103 kilómetros al noreste de Lima, como a tres horas de viaje. Sus bellas áreas verdes, restos arqueológicos y oferta gastronómica hacen de Canta un sitio de imprescindible visita. Entre los principales atractivos se encuentran los Petroglifos de Checta, más de 400 figuras grabados en piedras.
Paracas.
Visitar esta hermosa ciudad es siempre un placer. Hay muchas actividades turísticas, empezando por un paseo a las Islas Ballestas, en donde podrás ver de cerca las colonias de lobos y aves marinas.
También está la Reserva Nacional de Paracas, una impresionante porción de naturaleza llena de increíbles especies como los pingüinos de Humboldt, lobos marinos, flamencos, delfines y cientos de aves marinas. Por último, podrás conocer la Necrópolis, el cementerio en donde los antiguos habitantes de la cultura Paracas enterraban a sus muertos.
Huacho.
Capital de la Hospitalidad. Huacho ofrece una variada lista de lugares turísticos y delicias gastronómicas. Primera parada obligatoria al llegar a este lugar es el malecón Roca, desde donde se contempla la playa Chorrillos. Aunque estamos en invierno, visitar sus más significativas playas, como Hornillos y El Colorado, es otra parada que debes hacer. A sólo 5 minutos de Huacho está el histórico balcón de Huaura, en donde Don José de San Martín proclamó por primera vez la independencia del Perú: un lugar ideal para conmemorar este 28 de Julio.
En tu recorrido por Huacho no puedes dejar de visitar la ciudadela arqueológica de Caral, ubicada en el valle de Supe, en donde habitó la civilización más antigua de América, y las Albuferas de Mediomundo, las formaciones naturales producto de las filtraciones de agua más grandes de América. Si de comer se trata, visita la campiña de Huacho y prueba una deliciosa sopa huachana y el famoso ceviche de pato. Para completar el recorrido, no olvides comer la mítica salchicha huachana y visitar sus ricas cevicherías y las exquisitas chifas de la ciudad.
San Jerónimo de Surco.
¿Eres amante de las caminatas y de los hermosos pueblos para acampar? Este es el lugar preciso: San Jerónimo, a 67 kilómetros al este de la capital. Sus atractivos turísticos más increíbles son las cataratas de Pala Kala, para las cuales hay que hacer una caminata de tres horas que valen absolutamente la pena. Podrás acampar ahí u hospedarte en Matucana.
Marcahuasi:
Situado a 84 kilómetros de la ciudad de Lima, en la provincia de Huarochirí, ubicado sobre los 3900 a 4000 m.s.n.m. Un bosque de piedras en los cuales puedes ver el Monumento a la Humanidad, El Dolmen, El Profeta, El Alquimista, La Laguna negra, entre otros.
La Reserva de Nor Yauyos:
Destacan sus nevados como el Pariacacca, lagunas de aguas turquesas y cristalinas adornadas de bellas cascadas color blanco, cielo azul, profundos cañones y quebradas, bosques de queñuales y rodales de puyas Raimondi. Además, en la zona es posible encontrar complejos arqueológicos y gran diversidad de aves.
Lomas de Lachay:
Ubicado a 105 kilómetros al norte de Lima, en la provincia de Huaura muy cerca de los distritos de Chanchay y Huaral. Es un área natural de relieve accidentado y montañoso, que se compone de montañas desde los 100 hasta los 750 metros sobre el nivel del mar.
Tarma:
Se encuentra situada en la parte central del país, en el departamento de Junín, a 3,050 metros sobre el nivel del mar, a sólo 5 horas en bus de Lima, esta ciudad es también conocida como “La Perla de los Andes”.
Callahuanca:
Es un distrito de la Provincia de Huarochirí al este del departamento de Lima, capital del Perú. Valle conocido por sus cultivos de palta y chirimoya. Lugar ideal para quienes gustan del deporte de aventura, ciclistas, caminantes o simplemente para descansar.
Escrito por: Marisol Reques